Los colores en la cocina: grandes aliados para una decoración armoniosa

Los colores en la cocina: grandes aliados para una decoración armoniosa

Ya hemos hablado de materiales, espacios e iluminación, pero hemos dejado un poco de lado la importante influencia de los colores en la creación de espacios armónicos. Los colores tienen una influencia directa sobre nosotros y nuestras emociones, no sólo psicológicamente sino también fisiológicamente. Y no solo hablamos del color con el que pintamos las paredes, que obviamente son los espacios con mas dimensión, sino que es también una mezcla de los colores que aportamos en los textiles, los muebles y los complementos decorativos.

Es por esto que en Vonna queremos contaros un poco cómo cada color puede influenciaros psicológicamente según la psicología del color, para escoger manteles, elementos, vajillas adecuados según cada momento y evento en vuestras cocinas:

Rojos, naranjas y amarillos

El rojo está directamente ligado con el apetito. Al percibir el rojo nuestro cuerpo eleva la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Estas modificaciones nos generan ganas de comer. Es un color ideal para celebraciones y fiestas ya que se relaciona con la diversión. El amarillo es el color del sol, relacionado con optimismo y alegría. Es un color que al igual que el rojo es refrescante y excitante por lo que es una perfecta opción para las cocinas. A su vez los naranjas son exóticos, cálidos y divertidos. Además de abrir el apetito proporcionan más luz a los espacios.

Azules, verdes, violetas y grises

ideales para despertar sentimientos positivos, se relacionan con la simpatía, la felicidad.. pero no con la comida. Esto se debe a que no hay prácticamente alimentos ni bebidas azules, lo que puede ayudaros a controlar el apetito y es muy recomendable cuando estéis en una dieta. Son colores más relajantes por lo que se recomiendan para espacios de descanso como dormitorios, salas de estudios…

Lo importante es que os sintais a gusto con vuestros espacios, y redecorarlos constantemente. Recordad que cuando un color domina un espacio nuestro cerebro busca a su complementario para encontrar el equilibrio cromátco. Recordad que en decoración, el compensar el color dominante con su complementario evita que nuestro cerebro se fatigue.

Foto: Miguel de Guzmán